Tíos buenos del manga Vol. 2.
Dejado atrás Sasuke (pero volverá a aparecer, no temáis), es hora de que una buena ración de tíos buenos (e interesantes) del manga y anime hagan acto de presencia en el mundo Arbe.
Syaoran (o Xiao Lang) Li. (De la serie Tsubasa Reservoir Chronicle, de CLAMP.)
Este muchacho es uno de los más grandes iconos bishonen actuales. Y es que no hay más que verle... Mirada intensa, cuerpo alargado sin resultar amariconao (típico de las Clamp), no ve por el ojo derecho, es duro, se emborracha con medio vasito de sake y es un crossover de la horripilante y cursilísima Card Captor Sakura (ahí no estaba muy bueno que digamos, puede que porque contaba con once añitos...)
Para ponerle la guinda, resulta que es huérfano (¡¡ninguno con madre, chicas!!) y tiene un pasado misterioooosooo y oscuroooo, y una némesis diminuta flotante que de vez en cuando le hace la puñeta desde el cuartel general de los malos. Ahora eso sí, no tiene puta gracia, se pasa la historia diciendo lo mismo ("Haré lo que he decidido hacer, no hay más que hablar", hala, toma chulería) y además, está enamorado de la gilipollas descerebrada de Sakurita, ahora con amnesia. Pero Syaoran mola mazo, está bueno, y eso es lo que importa. Sus patadas a lo Power Ranger y sus variopintos trajes coloridos así nos lo muestran en cada manga... *suspiro*
Kyô Soma. (de la serie Fruits Basket, de Natsuki Takaya)
Kyô está bajo la maldición de la familia Soma y cuando alguien del sexo contrario le abraza se convierte en un gato anaranjado... ¿Hay algo más raro e interesante que esto? Pero su atractivo no sólo radica en su inaccesibilidad... Kyô tiene muy mala leche, se pasa el día bebiéndola (la de verdad, la de las vacas) y lleva una pulsera para no transformarse en un monstruo horrible... lo que define su carácter malicioso y tocapelotas. Pero la cosa no termina ahí: es un borde, atrae a los gatos, tiene una prima loca por él que le mata a palizas amorosas y odia a Yuki (¿quién no le odia?). Es sincero, a veces muy cruel, pero en el fondo entrañable. Tampoco tiene madre CONOCIDA (no gritemos todavía), y aún sigue estando muy bueno con todos los tomos que lleva la serie. Esperemos que al final se coma a su primo Yuki (que se convierte en ratón, paradojas de la vida) y nos libre de su malvada influencia sobre el planeta tierra.
Hauru (Howl) (De la película del estudio Ghibli "El castillo ambulante")
Se lo ha ganado con creces. Hauru es una bomba s... tiene un potencial s... tiene potencial, es todo, y para CUALQUIER COSA que se proponga. Tiene estilo, tiene clase, es guapo, tiene un cierto aire andrógino, se tiñe el pelo, es un creído de mierda y le adoras junto con los miles de millones de mujeres que se ha tirado (seguro) en su corta vida como mago generalmente bien dotado y constructor de artefactos extraños (véase castillito ambulante) que sirven para comernos la olla frente a la pantalla. En fin, todo un sex-symbol que te lleva andando por encima de la fiesta de la ciudad, capaz de transformarse en una especie de cuervo negro chuperchachi que lucha en guerras inventadas (sí, este también está maldito) y... tachán... tachán... ¡Tampoco tiene madre! Chicas, chicos, es una joya. Su pseudónimo: Hauru Rompebragas. (ay, qué razón tenías, Marta)
Esto es todo por hoy. ¿El siguiente volumen? Hombres maduritos y misteriosos como Kakashi, Itachi, Ashitaka... jejejeje... (babeo)
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